Cuenta la leyenda que, bajo una de las más antiguas calzadas de la Villa de Madrid, se oculta un secreto de fuego y sombra. Allí, donde en el siglo XVI los inquisidores tejían miedos, resuena aún el eco de un rugido ancestral. Alto e inquietante se elevó, el grito de muerte de una raza en extinción: un dragón, herido por la traición del tiempo, pero jamás vencido.
Nuestros muros visten aceros legendarios como Atlantean, Dardo, Andúril , Excalibur, o La Tizona, el trono de Conan, el trono de hierro, runas vikingas… Cueva Dragón, ¡un espacio donde sus mercedes podrán venerar la estética medieval, la magia de la literatura fantástica y el susurro de las mitologías olvidadas!